Artículo final


Esta última entrada quiere ser una breve síntesis de los contenidos adquiridos a lo largo del desarrollo de esta asignatura, así como las aportaciones que se han realizado en el blog por parte de la profesora y del resto de compañeros que en él han intervenido.
                  Para ello, se van a analizar los distintos bloques temáticos que se han visto durante todo el semestre, acompañados de la teoría aportada por la profesora y la bibliografía complementaria que en ocasiones se ha aportado.
                  Por último, también se pretende observar las aplicaciones educativas de dichos contenidos y su posible relación con la futura actividad docente. El grado de Educación Primaria no solo busca que los alumnos adquieran unos contenidos, sino que estos sean capaces de aplicarlos a su futura acción docente, respondiendo adecuadamente a las necesidades de la escuela del siglo XXI.

Bloque 1: Literatura infantil
El famoso escritor argentino Jorge Bucay (2012) comienza su libro Cuentos para pensar con una breve y clarividente frase: “Los cuentos sirven para dormir a los niños y para despertar a los adultos”.
                  A lo largo de este bloque temático se ha querido ahondar en los distintos conocimientos acerca de la literatura infantil. Cuando se atiende a este género literario hay que señalar que la literatura infantil también es Literatura, “por ello la calidad debe ser igual para el adulto que para el niño” (Labajo, 2018, p. 3). Aunque la comprensión que se haga del texto sea diferente para los niños como para los adultos, esta no debe perder ni calidad ni finalidad literaria.
                  Ha habido textos, a lo largo de la historia de la Literatura, que comenzaron escribiéndose para adultos, pero cuyo influjo ha atraído también a los niños. En la historia de la Literatura española destaca la obra de Juan Ramón Jiménez, Platero y yo, y desde el siglo pasado hasta la actualidad, sigue marcando un hito en la Literatura infantil y de adultos la obra del genio francés Saint-Exupéry, El Principito.
                  Uno de los conceptos que se ha estudiado en este bloque temático ha sido el de diferenciar la paraliteratura de la Literatura infantil. Aunque ambos comparten algunas características en cuanto a la forma y la estructura, la primera se ha comprendido como aquella que se encuentra destinada al consumo de masas.
                  Los docentes de la Educación Primaria deben relacionarse con la Literatura infantil. Por ello, resulta capital que conozcan los géneros y textos que se desarrollan en el momento de su actividad docente, así como ser capaces de ofrecer textos literarios que han acompañado a los más pequeños a lo largo de la historia de la humanidad. Es por ello, que resulta de suma importancia que en ellos los niños puedan reconocerse e identificarse con el texto, los personajes e, incluso, con la trama que se desarrolla (Morón, 2010). 
                  Por último, uno de los aspectos centrales que se ha desarrollado en este bloque temático ha sido el de valorar la lectura y su declamación en los distintos géneros. Ciertamente, hay que reconocer que existen grandes dificultades a la hora de estudiar y ofrecer a los alumnos textos del género dramático y lírico, dada su escasa relación con la vida cotidiana de los mismos. Sin embargo, estos textos también ofrecen un campo en el que dialogar con el entorno personal y social del niño, así como se descubren nuevas facetas artísticas y creativas que los textos narrativos no pueden ofrecer.

Bloque 2: Textos folclóricos
Los cuentos folclóricos o de tradición popular cobran una especial relevancia para la infancia, especialmente, para los primeros años de la Educación Infantil y Primaria. El maestro de estos alumnos debe tener en consideración tal importancia y ser capaz de formarse en ellos, sus características y la manera de contarlos, dado que él se convertirá para estos niños en el mediador por excelencia para su primer contacto con la Literatura (Suriani & Belardinelli, 2015).
                  Aunque, como se ha estudiado en el contenido de este bloque temático, “los cuentos folclóricos no pueden considerarse literatura para niños originariamente, sino literatura «de grupo» o «de familia»” (Labajo, 2018, p. 17), ellos se encuentran muy presentes en la formación inicial del proceso de enseñanza-aprendizaje de la lectoescritura, así como en su desarrollo cognitivo y psicológico.
                  Se puede comprender, por lo tanto, el cuento folclórico como esos cuentos que provienen de la tradición popular oral y que presentan unos personajes y un tiempo fantástico, con un guion argumental sencillo y, en su mayoría, lineal (Labajo, 2018; Morote, 2008; Casanueva, 1994) que inserta a los lectores en el mundo de dichos cuentos.
                  Asimismo, los cuentos folclóricos dialogan con la historia presente, pasada y futura de los lectores (Pelegrín, 1984). Ellos ofrecen una experiencia vital que sumerge a los oyentes de los mismos en el mundo mágico y real, en el ámbito social y cómico, presentan un horizonte escatológico y sentimental capaz de generar todo un acontecimiento único e irrepetible en la persona que lo narra y en quien lo escucha para ahondar, así no solo en lo racional sino también en lo sentimental y lo trascendental del ser humano (Morote, 2008).
                  Otro aspecto importante que se ha señalado a lo largo de este bloque temático es el proceso de fijación de estos cuentos. Aunque hay muchos que se han mantenido fieles a la tradición original, otros –al pasarse por escrito– se insertaron en un proceso de ideologización que ha supuesto la pérdida de la esencia orginal (Lluch, 2007). Los Hermanos Grimm o Charles Perrault fueron algunos de estos famosos compiladores de cuentos que ejercieron el papel de recopilar y aglutinar los cuentos de la tradición oral europea, al tiempo que imprimían una seña moral y educativa a sus narraciones.
                  No obstante, hay que seguir reconociendo que estos cuentos ha formado parte de muchas generaciones y que siguen siendo centrales en la configuración integral de los niños quienes, en ocasiones, han dejado en un lugar marginal algunas de estas historias, dada la influencia de otros medios alternativos (Labajo, 2018).
                  El docente de hoy debe ser capaz de combinar la tradición y la historia de la cultura popular con las necesidades del momento. Debe ser capaz de ofrecer un horizonte experiencial, tal como lo presentan los cuentos folclóricos, por los que los niños sean capaces de abrirse al mundo de la fantasía y al de la realidad, con la infinitud de interpretaciones que estos mismos cuentos sugieren.
                  Entre las innovaciones didácticas que hoy se pueden presenciar, se descubre la importancia de “contar historias”. Los niños hablan con narraciones, sus vidas son narraciones y el mundo habla con ellos a través de narraciones. La propuesta que hace Godly Play es la de ofrecer un espacio de intimidad y juego en la que los niños, a través de las historias que han acompañado la tradición cristiana, descubran la importancia de dichos valores. En la Literatura también resulta capital descubrir la importancia de las narraciones y valorar los cuentos que han acompañado a las distintas generaciones a lo largo de los siglos.

Bloque 3: Literatura española y educación literaria
Si se siguen las indicaciones del BOCM en la que se insta a “hacer de los escolares lectores interesados y competentes, no sólo durante la etapa escolar sino a lo largo de toda la vida” (DL 89/2014, 24 julio) se descubre la necesidad de acompañar, guiar y ofrecer un espacio en el que los niños dialoguen con la Historia Universal de la Literatura. Aunque el contacto directo con estos textos clásicos no es obligatorio en la educación española hasta la etapa de la Educación Secundaria (Labajo, 2018), durante el periodo de formación inicial también resulta esencial que los alumnos descubran los aspectos culturales y literarios que han conformado la Literatura española y universal.
                  El acompañamiento en este campo por parte del docente es capital, puesto que “los niños y jóvenes acusan negativamente la obligación de leer y la elección de textos de lectura que, en muchos casos, nada tienen que ver con sus intereses y con su realidad” (Labajo, 2018, p. 44). Dado que el estudio de la literatura clásica no es una obligación en la Educación Primaria, el maestro debe generar un primer contacto con la misma de forma atractiva y creativa, que posibilite una óptima experiencia para una futura inmersión positiva.
                  Durante esta primera etapa de acercamiento a la literatura clásica, en muchos casos, los docentes optan por adaptar los textos para hacerlos más cercanos a los alumnos. De esta forma, en ocasiones, se pierde el carácter original y la esencia de los autores de determinada época. A lo largo de este bloque temático se ha insistido en que “siempre que sea posible, se le dará al niño textos escogidos, aunque no hayan sido creados para su edad” (Labajo, 2018, p. 41).
                  La labor del docente de hoy, por lo tanto, es la de buscar los autores clásicos que más puedan responder a los intereses de los alumnos de Primaria para ofrecer, de una forma atractiva, una primera experiencia de acercamiento a los clásicos de la Literatura Universal y española. Será la labor del maestro la de acompañar, ayudar en la interpretación y vincular dichos textos a la vida de los niños, de forma que puedan encontrar en las preocupaciones de autores como Cervantes, Góngora o Machado, una respuesta a sus inquietudes actuales.

Bloque 4: Literatura literaria y animación lectora
Trasladar la obligatoriedad de la lectura al ámbito de la voluntad y el deseo de los niños ha sido uno de los objetivos de este bloque temático. Durante la Educación Primaria, los docentes ven facilitada su labor de enseñanza de la lectoescritura con la colaboración de los libros de texto y los libros de lectura.
                  No obstante, hay que reconocer que la lectura no supone, exclusivamente, un acto procesual por el que los niños comienzan a reconocer grafías y a realizar una buena comprensión de los mismos textos, sino que también requiere de una implicación a nivel connotativo que, en muchos casos, tan solo se consigue a través de un buen acompañamiento de dicha lectura.
                  En este sentido, se ha comprendido que la animación lectora es el acto consciente por el que se ofrece un acercamiento afectivo e intelectual al alumno del libro propuesto (Labajo, 2018). La lectura contribuye positivamente en el desarrollo afectivo y cognitivo del niño, de manera que llega a convertirse en una parte esencial de la educación de su personalidad (Berdeal, Torres & Llantá, 2015). Ella abre al niño a “un acto espiritual complejo” que contribuye a su autoconocimiento y a su autodesarrollo personal y espiritual (Labajo, 2018). 
                  Por ello, se ha descubierto que una buena mediación lectora, es decir, a través de un ejercicio de acompañamiento y guía de la lectura, posibilita el acercamiento a los distintos niveles de lectura que se pueden encontrar, a saber: el nivel de comprensión denotativo y el nivel de comprensión connotativo.
                  El docente de hoy debe “aprender a leer a los niños” (López, 2009, p. 5). Esto significa que debe estar atento a la realidad y a las necesidades de los niños con los que entra en contacto a diario, así como debe poner en relación a las familias con las prácticas docentes y con el proceso de enseñanza-aprendizaje que el alumno va llevando a cabo a lo largo de las jornadas de estudio y trabajo y, por último, debe ser capaz de encontrar los focos motivacionales que hagan de la lectura un elemento cautivador e interesante para el niño, de modo que esta se convierta en un elemento, no ya de estudio, sino de ocio (Gallart, 1995; Yubero & Larrañaga, 2010; Labajo, 2018).

Bloque 5: Creación literaria
Este último bloque de la asignatura ha querido ofrecerse como una síntesis del desarrollo de los contenidos que se han adquirido a lo largo de todo el semestre, aportando, asimismo, el carácter lúdico y creativo que la literatura presenta.
                  En la escuela tecnocrática se contempla la escritura “como una simple habilidad técnica” (Giroux, 1997, p. 101), llegando a un cierto “reduccionismo escolar” por el que la escritura literaria no es capaz de sobrepasar la instrumentalización y normativa de la lengua (Saavedra, 2011).
                  Sin embargo, gracias al desarrollo de este bloque temático y la comprensión de la que se dispone sobre la escuela del siglo XXI, se entiende que en el modelo educativo actual no debe buscar exclusivamente la adquisición y optimización de saberes, sino ser capaz de generar las competencias que hagan de los alumnos unos niños abiertos a su mundo y al mundo que les rodea.            
                  De esta forma, se reconocer que la creación literaria posibilita el encuentro con los elementos del mundo, de modo que el alumno es capaz de acogerlo e interpretarlo para que así lo incorpore en su propio dinamismo vital. De tal modo que, la creación literaria es capaz de articular las esferas sociales, afectivas y culturales que se interrelacionan con los niños y niñas y lanzarlos a un encuentro intersubjetivo con la realidad (Saavedra, 2011).
                  Asimismo, al ofrecer este espacio de creación y contacto con la literatura, no se puede pretender que los docentes evalúen dichos trabajos como si de una “redacción” se tratase (Labajo, 2018).
                  El docente de hoy, por lo tanto, debe ser capaz de ofrecer un ámbito de confianza y acompañamiento por el que los alumnos puedan conocer, interpretar y transformar su mundo a través de la creación literaria. Esto facilitará al profesor el conocimiento de los intereses y vivencias de su alumnado, al tiempo que promoverá un ambiente lúdico y atractivo que facilitará el acceso a la literatura.

Síntesis final
Como se ha visto a lo largo de los distintos bloques temáticos, el docente de hoy dispone de una gran misión que implica el conocimiento de la Literatura y de los intereses de los alumnos, la capacidad para generar un ambiente motivador y de confianza en el que los niños puedan desplegar sus capacidades y la interrelación de los contenidos curriculares con las experiencias vitales de los alumnos, sus familias y su mundo.
                  La Literatura abre un espacio para el diálogo con la cultura y la historia, que puede ser acompañada y guiada por el docente de hoy. Este diálogo connotativo permitirá ahondar en la experiencia íntima del alumno, de forma que la educación llegue a convertirse, realmente, en significativa.
                  Por último, se han descubierto nuevas y atractivas fórmulas para ofrecer un acercamiento al área de Lengua Castellana y Literatura, por las cuales los alumnos no se descubren como actores pasivos de su proceso de enseñanza-aprendizaje, sino que interactúan con la clase, el maestro y los contenidos para hacer de ellos unos contenidos significativos y vivenciales.
                  Tal vez, la misión del docente de hoy sea la de ofrecer una rosa, como la del Principito, a sus alumnos en forma de libro. Ayudarles a conocerlo, a dialogar con él y quizás, por qué no, incluso amarlo, como hizo el Principito con su rosa.
                  “Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante” (Saint-Exupéry)

Bibliografía
Berdeal, I. J., Torres, H. F. & Llantá, G. (2015). “La escuela de educación familiar en función de estimular el gusto por la lectura” en Revista Conrado, 11 (51), pp. 50-55. Recuperado el 6 de diciembre de 2018 de https://conrado.ucf.edu.cu/index.php/conrado
Bucay, J. (2012). Cuentos para pensar. Madrid: RBA Libros
Casanueva, M. (1994). “La huella del folclore en la literatura infantil” en Aula, vol. VI, pp. 189-196. Recuperado el 25 de octubre de 2018 de http://revistas.usal.es/index.php/0214-3402/article/view/3353
Gallart, I. S. (1995). “El placer de leer” en Lectura y vida. Revista latinoamericana de lectura, nº 3, pp. 1-8. Recuperado el 7 de diciembre de 2018 de http://www.actiweb.es/lenguajeinicial/archivo8.pdf
Giroux, H. (1997) Los profesores como intelectuales. Hacia una pedagogía crítica del aprendizaje. Barcelona: Paidós.
Labajo, I. (2018). “Literatura Española, Literatura Infantil y educación literaria” en Apuntes, Centro Superior de Estudios Universitarios La Salle.
Lluch, G. (2007). De los narradores de cuentos folclóricos a Walt Disney: un camino hacia la homogeneización. En Lluch, G. (coord.), Invención de una tradición literaria (de la narrativa oral a la literatura para niños) (17-52). Cuenca: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.
Morón, M. C. (2010). “Los beneficios de la literatura infantil” en Temas para la Educación, revista digital para profesionales de la enseñanza, 8, pp. 1-6. Recuperado el 8 de enero de 2019 de: https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd7247.pdf
Morote, P. (2008). El cuento de tradición oral y el cuento literario: de la narración a la lectura. Alicante: Biblioteca virtual Miguel de Cervantes. Recuperado el 23 de octubre de 2018 de http://www.cervantesvirtual.com/nd/ark:/59851/bmc8w3w0
Pelegrín, A.M. (1984). La aventura de oír. Madrid: Cincel.
Saavedra, S. (2011) “La creación literaria en el ámbito educativo: de la estructura superficial a la Construcción narrativa de la realidad” en Lenguaje, nº 39 (2), pp. 395-417. Recuperado el 28 de diciembre de 2018 de: http://www.scielo.org.co/pdf/leng/v39n2/v39n2a05.pdf
Suriani, B. M. & Belardinelli, C. A. (2015). “La literatura folklórica infantil: panorama teórico-didáctico” en Argonautas, nº 5, pp. 120-134. Recuperado el 8 de enero de 2019 de: http://www.argonautas.unsl.edu.ar/files/09%20Suriani%20Mar%C3%ADa.pdf
Yubero, S. & Larrañaga, E. (2010). “El valor de la lectura en relación con el comportamiento lector. Un estudio sobre los hábitos lectores y el estilo de vida en niños” en Revista OCNOS, nº 6, pp. 7-20. Recuperado el 5 de diciembre de 2018 de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3321290





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